Osteopatía Visceral 

Uno de los fundamentos en los que se basa la Osteopatía es en la globalidad, por lo tanto, si unimos la parte estructural y craneal hay que cerrar el círculo con el tratamiento del sistema visceral.

Una adaptación de cualquier estructura del cuerpo puede producir un reflejo en una víscera, al igual que un órgano con algún tipo de fijación puede ser el causante de un problema que se representa en cualquier otra zona. 

El francés Jean-Pierre Barral se centró en el tratamiento de las vísceras, desarrollando el concepto de motilidad visceral, es decir, a parte de los movimientos ya conocidos (peristaltismo y funcionales) percibe un movimiento propio del órgano.

Según Barral "las vísceras son el contenedor dónde se alojan las emociones", de ahí la relación directa entre ambas. Haciendo terapia visceral estamos trabajando en las emociones. 

Por lo tanto, reestablecer esos movimientos permite recuperar la función de la víscera y solucionar posibles alteraciones causadas por ella a nivel estructural o emocional.

Algunos órganos se mueven miles de veces al día durante toda una vida, sin descanso, por lo que es imprescindible que se mueva con libertad para evitar fijaciones.

 "La víscera está sana, pero no se mueve con libertad desde un punto de vista osteopático", sería una buena forma de definir la mecánica de la lesión visceral.