OSTEOPATÍA RETIRO
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Osteopatía Cráneosacra
William Garner Sutherland, discípulo de Still, desarrolló el concepto craneal en los años 30. Convencido del movimiento de los huesos del cráneo y su relación con el sacro mediante la tracción meníngea, fabricó varios artilugios para experimentar sobre sí mismo el efecto que producían diferentes alteraciones sobre el cráneo y su conjunto.
William usaba un casco de fútbol americano modificado para ejercer presión en diferentes partes del cráneo y comprobar que efectos producía. De esta manera pudo confirmar como aparecían diferentes alteraciones dependiendo de la zona presionada: migrañas, dolores de cabeza, problemas respiratorios, irritabilidad, distracción, etc.
Esa capacidad de adaptación por parte de cada hueso craneal ante un traumatismo era posible gracias a las suturas craneales, que para Sutherland actuaban como "pequeñas articulaciones". Por lo tanto, existe un movimiento intrínseco entre los huesos del cráneo que hace que se muevan, pero, ¿qué fuerza está detrás de ese movimiento?
Ese movimiento, que relaciona directamente los huesos del cráneo con el sacro mediante la duramadre, fue denominado por William como Movimiento Respiratorio Primario. Un ritmo perceptible por manos experimentadas en directa relación con el líquido más noble del cuerpo, el líquido cefalorraquídeo.
Ajustando ese ritmo cráneosacro, mediante sutiles pero potentes manipulaciones tanto en el cráneo como en el sacro, podremos reestablecer disfunciones craneales y del resto del cuerpo.
Esas tensiones craneales son causadas por traumatismos directos o durante el parto, por lo que el trabajo craneal obtiene mejores resultados practicado en edades tempranas, dónde el proceso de osificación no ha concluido y los huesos craneales tienen mayor movilidad.
A parte del trabajo del cráneo y del sacro, la osteopatía craneal aborda también el tratamiento de la ATM (articulación temporomandibular) directamente relacionada con tensiones cervicocraneales y el trabajo sobre el resto de huesos de la cara que no pertenecen al sistema cráneosacro.